La aparición de várices puede estar relacionada, entre otros factores, con el funcionamiento del intestino.

El estreñimiento o ralentización del proceso de evacuación, genera un aumento en la presión de las venas de la zona del recto, y como consecuencia, una mayor presión en las venas de las piernas.Durante el embarazo existe un mayor riesgo de padecer trastornos circulatorios, lo que puede dar lugar al surgimiento de várices. Estas últimas son venas inflamadas que se tornan de un color violáceo y sobresalen de la superficie de la piel. Se producen debido a la acumulación de sangre en las venas como consecuencia de una falta de fluidez en el movimiento de la sangre hacia el corazón. Las zonas de frecuente aparición de varices son las piernas y tobillos. También es frecuente la aparición de varices en la zona del recto, llamadas hemorroides.

Regularizar la actividad intestinal

Si bien el estreñimiento o constipación es solo uno de los motivos por el cual puede desencadenarse la aparición de várices, hay que tomar en cuenta que durante el embarazo la posibilidad de contraer estreñimiento es más elevada. Por lo tanto mantener regularizada la actividad intestinal puede resultar de gran ayuda para prevenir la dilatación de las venas.

Para prevenir la constipación es importante la incorporación de fibras en la dieta, ya que las mismas facilitan el movimiento intestinal y favorecen el reblandecimiento de las heces que de otra forma tendrían una consistencia demasiado dura.

La fibra se encuentra principalmente en cereales como la avena, arroz integral o cebada. También se encuentra en legumbres y frutas, así como también en verduras como el brócoli, remolacha, pepino, calabaza, espinaca y tomate.

En ocasiones, el estreñimiento implica que se deba aumentar la dosis de fibras, por lo cual en ocasiones no se llega a cubrir la cuota de fibra necesaria en la dieta sólo a través del consumo de alimentos. En ese caso se puede recurrir a suplementos dietarios que contengan la cantidad de fibra necesaria. FIBRAS EWE aporta la cantidad justa de fibras para contribuir a mejorar la regularidad intestinal.

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